Durante la pandemia, algunas escuelas han impedido en repetidas ocasiones que los inspectores de salud del condado de Los Ángeles accedan a sus instalaciones, lo que ha provocado citaciones y multas.
Trinity Classical Academy en Santa Clarita recibió una multa de 500 dólares el invierno pasado después de que un inspector de salud se detuviera e informara que los estudiantes sin cubrebocas estaban haciendo actividades al aire libre que “no promovían adecuadamente el distanciamiento físico”.
La directora del plantel educativo, Liz Caddow, no respondió a los mensajes en busca de comentarios. A partir de enero, el sitio web del colegio declaró que se requería que Trinity Classical Academy les pidiera a los estudiantes y empleados que siguieran las órdenes del uso de cubrebocas del condado, pero “la escuela intentará no excluir a ningún alumno del aprendizaje en persona por no usar mascarillas”.
Entre los colegios estaba Legacy Christian Academy, que había sido multada una docena de veces por violaciones de las órdenes sanitarias contra el COVID-19 hasta enero, según los registros del Departamento de Salud Pública. En septiembre, un inspector descubrió repetidamente que el personal escolar en ese plantel no utilizaba mascarillas como se requiere, de acuerdo con los informes.
Cuando las escuelas ignoran los protocolos a seguir durante la pandemia, los reguladores de la salud enfrentan algunos obstáculos adicionales. Los campus escolares generalmente están más estrictamente controlados que los restaurantes o teatros, donde los inspectores pueden ingresar fácilmente.
Los administradores de la Universidad Estatal de California están de acuerdo con un informe que afirma que los exámenes estandarizados son menos eficaces que las calificaciones de la escuela secundaria para predecir el éxito universitario.